17 de junio de 2024

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De Crónicas

I. ÁVILA 1958. 75 AÑOS DE LA CIUDAD RENACIDA A VISTA DE PÁJARO. PRESENTACIÓN

   I. ÁVILA 1958. 75 AÑOS DE LA CIUDAD RENACIDA A VISTA DE PÁJARO. PRESENTACIÓN
   I. ÁVILA 1958. 75 AÑOS DE LA CIUDAD RENACIDA A VISTA DE PÁJARO. PRESENTACIÓN
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
  • 23 de Enero de 2024

Las vistas aéreas tomadas hacia 1958 son el extraordinario testimonio  de la notable trasformación urbanística que la ciudad de Ávila experimentó en la década de los años cincuenta,  propiciada por la expansión del casco urbano y el crecimiento de su caserío fuera del recinto amurallado, a la vez que mantiene su rico conjunto monumental dominado por la Muralla y la Catedral.

De la evolución del paisaje urbano y la implosión arquitectónica y de infraestructuras de entonces, ya nos ocupamos hace años cuando  comentamos la serie de láminas coleccionables de aquella época, las cuales fueron publicadas en el mes de diciembre de 2005 por el Diario de Ávila (DAV, 9/12/2005).  En todo este tiempo, el crecimiento de la ciudad ha engullido, en cierta medida, la perspectiva de la ciudad antigua sobre la que se han abierto nuevos horizontes en proyectos de rehabilitación urbana como el ARU La Charra-El Seminario, programas de Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI) o actualización del Plan de Gestión de la “ciudad antigua de Ávila y sus iglesias extramuros”.

Ahora, retomamos cuando dijimos a la sazón con la idea de comprobar en esta oportunidad el contraste que presenta la ciudad actual con el aspecto que mostraba hace 75 años, un número de suerte que debería denotar un crecimiento afortunado. Sin embargo, de momento, nos limitaremos a describir la ciudad de aquellos años apoyado en las fotografías aéreas que se conservan en la Oficina Técnica Municipal, y ello con la idea de que su observancia nos permita compararlas con lo que se ve a diario en el callejear o en las panorámicas que ofrece Google Maps, por ejemplo.

Dicho cuanto antecede, observamos que, en la década de 1950, uno de los grandes exponentes del  desarrollo  urbano de Ávila es la ingente promoción de viviendas sociales que se construyen a las afueras, así como la aparición de edificios que, por su singularidad, se convierten en referencia  del nuevo paisaje arquitectónico. Entre estos cabe citar el Colegio de huérfanos ferroviarios, el Seminario, los colegios Diocesano y de las Nieves, y los edificios de Sindicatos, Sanidad, el Silo, Fadisa y el Instituto Isabel de Castilla, por ejemplo.

Las fotografías aéreas tomadas entonces nos enseñan las remodelaciones urbanísticas en ciernes de la zona de Santa Ana y San Roque, a la vez que ya queda definido el espacio donde se ubicará el futuro mercado de ganados.

El movimiento constructivo se comprueba en los andamios que rodean el nuevo colegio de las Nieves y en las manzanas de la Calle Alfonso de Montalvo, en el inicio de las obras de la Casa de Cultura en el corralón  junto al “Episcopio”, y en la implantación de la fábrica automovilística de “Fadisa” parece prometer un futuro industrial para Ávila. 

En estos años todavía se conservan las grandes huertas de la mitad oeste del recinto amurallado y  de los conventos de Santa Ana, las Gordillas y San Francisco, aunque este suelo no tardará mucho en liberarse para la construcción de edificios residenciales; igual que ocurrirá también en  el Teso del Hospital viejo, el campo de San Antonio y las huertas del entorno de la Encarnación,  lo que  sin embargo no se produjo en las huertas de los conventos de Gracia, Magdalena, San José y Santo Tomás, y la casa de Misericordia.

Estamos viendo nacer nuevos barrios como el de la Estación y la Cacharra, donde la Delegación Nacional de Sindicatos construye centenares de viviendas sociales, promociones que se extienden también  a todo el perímetro de la ciudad.

Se nota la sombra de  destacados y singulares elementos arquitectónicos que desaparecerán o se transformarán, como la Inclusa, el Acueducto de las Gordillas, la plaza de Toros de San Roque, el Convento de los Jerónimos,  la  Real Fábrica de Algodón, o el mercado de abastos proyectado por Repullés.

Los jardines y parques de la ciudad nombrados de San Antonio, el Recreo, San Roque y el Calderón conservan su diseño original. El paisaje circundante definido por los ríos Adaja y Chico, la línea del ferrocarril y las carreteras de acceso mantiene su perspectiva invariable. Finalmente, la urbanización del campo que rodea la ciudad por el noreste y el sur llegará de una forma abrumadora con la entrada del siglo XXI.